sábado, 8 de enero de 2011

PILDORAS PARA SANAR



El secreto para saber modular los estados de ánimo y no pasar bruscamente de la tristeza más profunda a los momentos de euforia más elevados puede tener solución con las “píldoras de sabiduría”, como explica el periodista y escritor neoyorquino Allan Percy.


EL TIEMPO "EMOCIONAL"
El autor compara la vida con un “taller de  meteorología emocional”, en el que cada persona pasa por distintos estados de ánimo como si de un cambio climático se tratase, en donde unas veces luce el sol y en otros momentos sobreviene la tempestad.
“A los horizontes amplios y radiantes le siguen las lluvias, con la que nos deshacemos de viejas tristezas y limpiamos el cristal con el que miramos el mundo”, explica Percy.
“Nuestra naturaleza es dinámica y, sin embargo, vivimos lo que nos sucede como si fuera permanente. Cuando nos sentimos tristes nos cuesta pensar que la tempestad acabará .
Del mismo modo, vivimos los momentos de alegría como si los rayos de felicidad no se fueran a apagar nunca”, afirma el autor.    Cuando en nuestro ánimo se presenta la “nubosidad variable” en forma de cambios repentinos de humor, dudas y altibajos, el autor aconseja “ver la luz entre las nubes y afianzar el sol interior”.

PARTIDARIO DE LAS TÉCNICAS DE DISTRACCIÓN

Desviar la atención de cualquier pensamiento negativo por un pensamiento placentero para realizar después la consiguiente actividad positiva,  mediante lo que denomina “técnicas de distracción”.
“Al practicar una actividad placentera como leer, escribir, cantar o  cocinar activamos músculos, atención, y pensamientos que nos obligan a dejar de centrarnos en el pensamiento, ya que no pueden ejecutarse dos actividades opuestas al mismo tiempo”,
la pena no puede aflorar sin nuestro consentimiento, por lo que si nosotros fuimos quienes la dejamos entrar en nuestra vida, también podemos alejarla de nuestra  mente dando un giro positivo a nuestros pensamientos.

NUBOSIDAD VARIABLE
En esos momentos de “nubosidad variable” y de encrucijada, el autor se fija en las palabras  del antropólogo Carlos Castaneda,  icono de la contracultura en la década de los años setenta, quien asegura que todos los caminos son válidos, siempre “que tengan corazón”.
“Los caminos no llevan a ninguna parte, pero unos te otorgan un viaje placentero y otros te confunden y te arruinan la vida; unos te hacen fuerte y otros te debilitan”
Por este motivo y para saber hacia dónde dirigirnos,“el camino sin corazón nunca es placentero y has de trabajar duro para entrar en él, mientras  que un camino con corazón es fácil y no cuesta ningún recuerdo atravesarlo”.
Estas ocurrencias no deben ser motivo de tristeza, sino oportunidades para tomar conciencia, de modo que la persona sea feliz en el intervalo”.


HAY QUE CORRER RIESGOS
Y aún más esencial es correr riesgos en esta vida,Son palabras del columnista estadounidense  William Arthur Ward (Louisiana, 1921), cuyas  citas reflexionan muy a menudo sobre el optimismo y el pesimismo: el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie, y el realista ajusta las velas”.
“Hay que correr riesgos, porque no hay peor riesgo en la vida que no arriesgarse nada. La persona que no arriesga, que no hace nada, que no tienen nada… no es nada; tal vez evite el sufrimiento y el dolor, pero no aprenderá, no sentirá los cambios, no crecerá ni vivirá verdaderamente”
a los horizontes amplios y radiantes siguen las lluvias, con las que nos deshacemos de las viejas tristezas y limpiamos el cristal con el que miramos el mundo.
En esta época de “precipitaciones”, damos rienda suelta a nuestras emociones y creamos un clima beneficioso
“siempre que no nos precipitemos al creer que las lágrimas han llegado para quedarse”
Porque, el objetivo de cada “tiempo estacional” en nuestro organismo es entender nuestros cambios emocionales para alcanzar finalmente “el buen tiempo del corazón”, que es una de las definiciones que se da a la alegría.
Asi amigos que a tomarnos esta  pildora cada dia!