Cuando lanzamos una critica o elogio tenemos que entender que la mente de las personas es como una caja fuerte se abre es decir, escucha ,cuando sabemos la combinación y la usamos con paciencia y delicadeza .
Si golpeamos la caja con un martillo posiblemente dañaremos el mecanismo y nunca mas se podrá abrir .
(David Fischan)
Me gusto mucho esta anécdota ,disfruten de la sabiduría que nos deja.
En un antiguo monasterio…
– Maestro, un grupo de condiscípulos suele elogiarme ante mis actos, y yo me siento pleno. El otro grupo me critica, me denosta, me subestima.
- ¿Y que te sucede muchacho?
– Caigo a lo más profundo, pierdo la confianza en mí.
- Ve al cementerio… llega hasta la mitad, observa todas las tumbas y entonces ponte a proferir insultos a los muertos.
El muchacho fue al cementerio, llego al centro del cementerio y mirando a las tumbas, comenzó a insultar a los muertos, de una y otra manera…
- ¿Y que sucedió? ¿Qué dijeron los muertos ante tus insultos? Preguntó el sabio maestro.
– Nada, ¿Que iban a decir?
-Entonces regresa al mismo lugar, observa las mismas tumbas, y comienza a lanzar elogios a todos los muertos… Las mejores palabras que puedas encontrar en tu boca, díselas.
Y así hizo el discípulo…
-¿Qué respondieron ellos ante tanta alabanza? Dijo el maestro.
– Nada respondieron… ¡Si están muertos! contesto el joven.
- Entonces… Se como los muertos. Que ni el elogio de los vivos te ensalce, ni la crítica de los vivos te rebaje.
- ¿Y que te sucede muchacho?
– Caigo a lo más profundo, pierdo la confianza en mí.
- Ve al cementerio… llega hasta la mitad, observa todas las tumbas y entonces ponte a proferir insultos a los muertos.
El muchacho fue al cementerio, llego al centro del cementerio y mirando a las tumbas, comenzó a insultar a los muertos, de una y otra manera…
- ¿Y que sucedió? ¿Qué dijeron los muertos ante tus insultos? Preguntó el sabio maestro.
– Nada, ¿Que iban a decir?
-Entonces regresa al mismo lugar, observa las mismas tumbas, y comienza a lanzar elogios a todos los muertos… Las mejores palabras que puedas encontrar en tu boca, díselas.
Y así hizo el discípulo…
-¿Qué respondieron ellos ante tanta alabanza? Dijo el maestro.
– Nada respondieron… ¡Si están muertos! contesto el joven.
- Entonces… Se como los muertos. Que ni el elogio de los vivos te ensalce, ni la crítica de los vivos te rebaje.
Gracias Eli
ResponderEliminarme ha gustado mucho esta historia, resulta dificil encontrar ese punto de equilibrio, lo bueno es cuando el alago nos lo proporciona lo que hacemos y nos gusta a nosotros mismos, sin la necesidad de que el otro nos lo confirme y cuando la crítca no nos hunde sino que nos da impulso y fuerza para aceptarla y aprender de ella.
Un abrazo
Lo que necesitaba leer, preciso, es la respuesta que buscaba, o más bien dicho el antídoto para la crítica mal intencionada.
ResponderEliminarUn beso.
Si chicas ,todas estas guias nos ayudan a crecer mas en amor.
ResponderEliminargracias por sus comentarios.
Un abrazo